Centro Cultural Apu Teatro (2004 - 2011)

Historia
A fines del año dos mil tres, me entere que Sonia Arguedas, tenía una casa abandonada en el distrito de Chorrillos, imagine que estaba en un lugar céntrico para los negocios, y seria fácil llevar a cabo la empresa que mi cabeza estaba ideando hace cuatro años atrás. Cuando por fin conocí la casa, quede decepcionado por el lugar, pero al ingresar, imagine los interiores ya terminados y me emocionaba la idea de tener un espacio propio para hacer lo que me diera la gana, desde su arquitectura hasta los mas descabellados proyectos que no serian aceptados por las empresas convencionales. En ese entonces yo trabajaba en una de estas empresas convencionales, por eso se que no financiarían nada que tenga que ver con el teatro, mi sueldo mensual era de ochocientos soles y cubría los gastos más elementales, hice un esfuerzo y ajuste el presupuesto todo lo posible para invertir en material de construcción, romper algunos muros, comprar cemento, ladrillos, columnas, vigas planchas de madera, calaminas, pintura, cableado, telones, reflectores, transportes y una lista larga de elementos para crear el espacio de mis sueños.


La casa no me pertenecía legalmente, los trámites del título de propiedad de Sonia, estaban en camino, las personas que harían posible esta documentación, eran de confianza, por eso fije la fecha para la inauguración de lo que sería el Centro Cultural.


Me puse a trabajar desde diciembre del dos mil tres en la construcción del espacio, es increíble recordar como pase tantos meses dedicándole mi tiempo entero a este sueño que poco a poco se hacia realidad, hasta ahora me duelen las manos de levantar tantos escombros, cargar las enormes vigas para el techo, clavar pieza por pieza las calaminas, pasar la navidad y el año nuevo sumergido en este espacio, escuchando los cuetecillos de los vecinos que celebraban las fiestas, sin que sepan que sucedía en el interior de esta casa. Pase todo el verano del año dos mil cuatro, trabajando bajo el sol incandescente, refrescado por una limonada que me vendía la vecina. Por las noches veía el cielo desde un lado del escenario incompleto, con ansias de terminar de una vez por todas, tardé casi medio año en concluir los detalles de la casa que se iba convirtiendo en centro cultural.


Solo faltaba un mes para la inauguración, eran los primeros días de mayo del dos mil cuatro, y no tenía un nombre para bautizar mi creación, empecé a construir la publicidad junto con Sonia, con una serie de dibujos y disparatados nombres que evocaban una discoteca en un distrito de lujo, y no un espacio artístico en las faldas de un cerro, estaba realmente preocupado, no podía invitar a nadie porque no sabia como nombrarlo, incluso en mi cabeza estaba la idea de solo un espacio escénico. Por alguna razón que no recuerdo exactamente, decidí llamarlo Apu Teatro, no recuerdo como di con el nombre, incluso hasta después de llamarlo así, no supe porque lo hice, pero tengo una hipótesis:


Desde que pise la casa, no me desprendí de ella, a veces me quedaba a dormir con una bolsa de plástico en algún cuarto sin techo u otro techado, con temor a ser picado por algún alacrán u otro insecto. Cuando amanecía, subía al techo que estaba casi pegado al mismo cerro, y desde ahí observaba los demás cerros que me rodeaban, se podía ver el morro solar e incluso una estatua de un soldado llamado, “El soldado desaparecido”, también podía ver gran parte del océano pacifico, era una vista impresionante, el amanecer era hermoso, pero las noches eran temerosas, los cerros me transmitían una energía imponente y dominante, la casa abandonada, cobraba una vida de ritual y extraño humor, con suerte podía cerrar los ojos sin imaginar que alguien me estaba observando durante toda a noche, era como estar con algún espíritu, que al principio creía que me acosaba, pero con el tiempo logre acostumbrarme y mas bien me estaba cuidando y aconsejando todo el tiempo, me mantenía en un estado de hipnosis, en donde no tenia dolor, sino, fuerzas suficientes para seguir con el proyecto, este espíritu, este dios de la tierra, me susurro al oído su nombre, lo puso en mi mente, hablo con mis labios y luego se materializo en una sola palabra.

Es la única hipótesis que tengo sobre el nombre del espacio escénico que paso a ser el Centro Cultural Apu Teatro.

Centro Cultural en el Rímac
El 29 de mayo del 2005, inaugure el centro cultural en el Rímac, después de la experiencia en Chorrillos, continué realizando programaciones de arte escénico, esta vez en el distrito bajopontino.

Hasta la fecha, el centro cultural ha recibido a más de cien grupos nacionales e internacionales, que han presentado sus obras a miles de espectadores.
Las presentaciones que generalmente son para niños o toda la familia, se vienen realizando los sábados y domingos de todo el año, y son previamente seleccionadas y programadas para asegurar su calidad artística.

La propuesta del espacio escénico es alternativa, cuenta con sesenta metros cuadrados de calle, los cuales veinte metros están asignados para el escenario. El escenario tiene una estructura sólida en forma de caja escénica italiana, que soporta a cinco metros de altura las barras para la iluminación y los telones negros que cierran el espacio, en la parte posterior derecha del escenario, se encuentra un árbol de diez metros de alto que es inevitable extraer, ya que este espacio fue antes un jardín. El público disfruta las funciones en sillas colocadas en los cuarenta metros restantes que no se cierran, y quedan libres a todo transeúnte que decida quedarse y ver la obra.

Los trabajadores del centro cultural, han sido testigos de este fenómeno que empieza a dar sus frutos, en estos seis años de vida, nunca se ha suspendido una función por falta de público, durante estos seis años de proyecto, el centro cultural, ha logrado que cada persona pague tres nuevos soles para ver las obras, la esquina de la calle, se está convirtiendo en un foco cultural, en donde el público no solo está valorando el teatro por su calidad artística, sino, también económica, las personas ya casi no hacen la pregunta: ¿Es gratis?, ahora llegan a las ocho de la noche, pagan y se sientan, a veces llegan a las seis o siete y reservan sus asientos.

Cordialmente
Enrique “Mágico” Herrera
Productor y director general

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Felicitaciones! construir desde la concepciòn misma un nuevo espacio para el arte y la convivencia, lejos de los centros habituales es una tarea de los verdaderos gestores. Todo el respeto y el apoyo para ustedes. Percy E.

Centro Cultural Apu Teatro Fundado en Mayo del 2004 dijo...

Gracias por tus palabras querido Percy.

Grandes abrazos.
Cordialmente
Mágico

Anónimo dijo...

Con cuarentiun años recorriendo los caminos del teatro, tengo que reconocer que tu esfuerzo no es de hombres comunes y corrientes. Felicitarte por el logro alcanzado en tu centro cultural sería mezquino. Ninguna felicitación verbal es suficiente ya que el agradecimiento (a veces silencioso) de la gtente es lo que le da valor al hecho realizado.
Y me alegra doblemente, primero por alcanzar la realización del sueño y segundo por ser peruano.
Un abrazo,
Roberto Bedoya Petrovich.

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http://entretachosybastidores.blogspot.com